Preparación del terreno: Se remueven las piedras grandes, raíces, escombro, etc., afinando el talud para obtener una superficie de tendido suave y compacto.
Preparación de Anclaje: Se realiza la excavación de las zanjas de anclaje en el pie y corona del talud. La dimensión de la zanja se determina por diseño. Para taludes con pendiente suave, la
zanja de anclaje podría no ser necesaria. Se preparan bastones para sujetar la geocelda (el largo dependerá de la consistencia del terreno).
Colocación: Se extiende la geocelda hasta alcanzar su dimensión de abertura total, sujetándola con bastones desde la zanja de anclaje superior. Se fija la geocelda con bastones, cuya
separación es determinada por diseño. Los bastones deben ser colocados en las uniones de los paneles.
Traslape: La conexión entre geoceldas adyacentes se hace con bastones en las uniones de los paneles. La separación de los bastones en las conexiones la determina el encargado de obra.
Relleno: La zanja de anclaje se cubre con material producto de la misma excavación, o bien con un material adecuado para ello. Las celdas se rellenan con tierra vegetal o cualquier material
inerte como puede ser grava, concreto, etc. El material de relleno puede ser colocado manualmente o con pala mecánica.